Hola. En este artículo vamos a ver cuatro ejemplos de liderazgo estratégico de Alejandro Magno.
¿Qué enseñanzas podemos extraer de este personaje histórico? Y más importante aún: ¿Qué podríamos utilizar?
Empecemos.
Replantea los problemas
A medida que el ejército de Alejandro se alejaba de su hogar, el principal desafío era asegurar la cadena de suministro.
Un ejército necesita una cantidad enorme de alimentos. En el siglo IV a.C., sólo era posible transportar toda esa comida por vía marítima. Alejandro debía asegurar las rutas en la costa de Grecia.
El ejército de Alejandro sólo disponía de unos pequeños barcos. Los persas tenían una gran armada que controlaba el Este del Mediterráneo. Podrían interceptar cualquier transporte griego.
¿Cómo proteger las pequeñas embarcaciones que transportaban los alimentos?
Los griegos estarían obligados a construir barcos y adiestrar marineros hasta conseguir una flota que pudiese competir con los persas en alta mar. Esto requería dinero y tiempo. Alejandro no podía permitírselo.
¿Cómo derrotar a una armada sin tener barcos?
Alejandro estudió el problema hasta encontrar una debilidad en su enemigo: Cada tres días, los barcos de guerra persas necesitaban atracar para cargar agua y provisiones. Por ello, debían contar con tropas terrestres de apoyo. La flota persa no las tenía.
El ejército de Alejandro ocupó la costa circundante e impidió cargar provisiones a la armada persa. Cuando sus bodegas quedaron vacías, los barcos persas tuvieron que irse.
La operación fue un éxito. En adelante, los barcos de transporte griegos podrían desplazarse con seguridad.
Reflexiones de liderazgo estratégico
Alejandro transformó un problema marítimo (una guerra naval que no podría ganar) en un problema terrestre (donde sus tropas eran superiores). No se desvió de su verdadero objetivo. Esto le sirvió para reformular el problema y encontrar una solución.
Como líder, tendrás que enfrentarte a problemas que no puedas solucionar con tus medios. Piensa en alguno de los más importantes. ¿Pretendes construir toda una flota para derrotar a los persas en el mar? ¿Para qué?
¿Cuál es el verdadero objetivo?
Si quieres avanzar hacia la solución, debes tener claro cuál es tu objetivo. ¿Qué es lo que quieres conseguir? La forma en que defines el problema te mostrará varias alternativas para solucionarlo.
Piensa en tus fortalezas. Elige la alternativa más adecuada. Crea una nueva dificultad que sí puedas resolver.
Estoy de acuerdo: Replantear los problemas no funciona en todas las situaciones. Pero cuando no tienes suficientes recursos o tu meta parece inalcanzable, debes definir el problema de otra forma.
Una de las tareas de un líder es definir lo que es importante. ¿Qué es lo que primero? ¿Cuál es tu objetivo? ¿En qué debes centrar tu empresa, tu equipo o tu vida personal? ¿Qué dificultad te impide avanzar?
Piensa cómo puedes replantear el problema. Encuentra una oportunidad para utilizar tus fortalezas y evitar tus debilidades. No pierdas de vista lo que es importante, cuál es el verdadero objetivo.
Alejandro replanteaba un problema irresoluble creando otro problema diferente. Cuando solucionaba la nueva situación, el problema original se convertía en irrelevante o trivial.
Recuerda
En cualquier estrategia, el primer paso es tener un objetivo claro. Da igual si estás pensando en una dieta para adelgazar o en el plan estratégico de tu empresa.
Puedes crear y dar forma a las circunstancias. No dejes que las circunstancias te den forma a ti.
Seguro que has escuchado muchas veces lo siguiente: Si puedes concebirlo y crees en ello, entonces puedes lograrlo. Sé que no siempre es posible. Pero lo contrario es seguro: Si no puedes concebir algo, no vas a alcanzarlo.
No te pongas límites. No seas tú el problema. Concibe la solución, cree en ella y alcánzala.
Todo cambia cuando transformas una tarea irresoluble en otra que sí tiene solución. El significado que otorgas a los problemas es fundamental.
Replantear una situación es una gran herramienta cognitiva.

Construye alianzas
Alejandro derrotó al ejército persa en la batalla de Issus y capturó a varias personas de la familia real. Entre estos rehenes estaban la mujer (Estateira), la madre (Sisigambis) y los hijos del rey Darío III de Persia.
¿Qué hizo Alejandro? Podría haberlos vendido como esclavos. Podría haber negociado un intercambio. O podría haberlos matado.
Lo que hizo fue garantizar su protección. Los mantuvo a su lado. Conservó su estatus real. Alejandro se ganó la amistad de Sisigambis. Imaginó un reencuentro de la familia real persa presidido por un vencedor indulgente. Quizás pensó que esto le ayudaría a cimentar su identidad como rey de toda Asia.
Construir alianzas es una estrategia crítica para un líder. Alejandro construyó alianzas importantes a lo largo de toda su vida. Veía a todos sus enemigos como posibles aliados.
En muchas ocasiones, prefirió crear alianzas en lugar de conquistar. Prefirió cooperar con el enemigo en lugar de destruir.
Al mismo tiempo, Alejandro cuidó su reputación de ser una persona en quien podías confiar. Esto mejoró su posición como negociador con otras naciones.
Puedes decirme que Alejandro también saqueó, quemó, destruyó y se aseguró de que estos actos fuesen conocidos por sus rivales. Tienes razón. Así lo hizo. Alejandro siempre consideró qué opción era mejor para conseguir su objetivo: Destruir o mostrar magnanimidad.
Reflexiones
¿Cuándo debes mostrar fuerza y cuándo debes buscar la cooperación? Es difícil saberlo. Cada situación es diferente. Como líder, debes decidir cuál es la mejor opción.
Una alianza puede convertirse en un pulpo gigante que trabaje para ti. Imagina una alianza entre individuos: diseñador-comercial, editor-escritor, vendedor-cliente. O una alianza entre organizaciones. O un tratado entre países.
En todos los casos, al construir una alianza cambias el mundo en el que te mueves.
Recuerda
Un líder estratégico crea oportunidades para construir alianzas donde no se formarían de manera natural.
Un líder estratégico se acerca a las personas, no porque necesite su ayuda en una tarea particular, sino porque busca conexiones en su organización y más allá.
Busca la manera de negociar y construir alianzas que te ayuden a conseguir los objetivos. Derriba barreras. Gánate la confianza de los demás.
En otro momento, escribiré un artículo sobre el poder de la confianza.
Y por último, recuerda: Un enemigo puede transformarse en un aliado. Un nuevo aliado puede convertirse en un compañero leal.

Establece una identidad
Si todavía existiese, la ciudad de Pasargada estaría en Irán. Había sido la primera capital del imperio persa bajo el mandato de Ciro el Grande, 200 años antes de los tiempos de Alejandro Magno.
Cuando Alejandro visitó la ciudad, descubrió que la tumba del rey Ciro había sido saqueada. Esto era humillante para el pueblo persa.
Ordenó que restaurasen la tumba. El antiguo rey Ciro merecía un gran mausoleo. Con esta representación simbólica, Alejandro buscó congraciarse con sus nuevos súbditos en los territorios conquistados.
Reverenció a un monarca legendario del Imperio Persa. Unió su identidad a la identidad de los persas. Acciones de este tipo sirvieron para para crear unidad donde antes no existía.
Alejandro había aprendido de Aristóteles que el hombre de alma grande elige su papel y lo vive a conciencia.
Reflexiones
Un pequeño comentario: Un líder sabe que no debe culpar o ridiculizar a sus predecesores. No debe criticar la administración anterior.
Respecto a la identidad, la reflexión es la siguiente: Las empresas que tienen una cultura consiguen mejores resultados que aquellas que no la tienen.
Las empresas que han desarrollado una identidad consiguen trabajadores más implicados.
Sería difícil explicar por qué ocurre esto. El motivo podría ser que todos queremos pertenecer a algo más grande que nosotros mismos.
Recuerda
Como líder de un grupo de personas, resulta eficaz crear una identidad conjunta con la que todos puedan sentirse identificados.
Dibuja un camino con un propósito claro. Ayuda a tu equipo a caminar en esa dirección.

Utiliza símbolos
Alejandro vivía como un soldado. Compartía las dificultades de los demás hombres. Celebraba con ellos las victorias. Peleó en el frente en muchas ocasiones, en una posición en la que todos pudiesen verlo.
Era el primero en esforzarse y en afrontar el peligro. Los soldados no podrían quejarse por una tarea demasiado exigente cuando su rey era el primero en hacerla.
En situaciones en las que todo parecía perdido, Alejandro mantuvo la calma y continuó mostrándose optimista. Contagió esa actitud a los demás.
Después de las batallas, no permitía que sus heridas fueran tratadas hasta que todos los demás soldados hubiesen recibido asistencia.
Alejandro fue un líder carismático. Se rodeó de símbolos que construyeron su imagen. Creó un vínculo sólido con sus tropas. Representó el líder que cualquier soldado quisiera tener.
Mary Renault señala que Alejandro despertaba entre sus soldados un profundo deseo de satisfacerlo.
Era consciente del poder de la reputación y la gestionó con cuidado. Prestó atención a sus apariciones públicas. Se aseguró de difundir rápido la noticia de sus triunfos para influir en los demás en situaciones de indecisión.
Alejandro utilizó muchos símbolos de forma estratégica. Su biografía está repleta de ellos. Dar ejemplo fue uno de los símbolos más poderosos.
Todos estos actos, además, se realizaban de forma cotidiana. No se trataba de hacer teatro en una ocasión puntual.
Reflexiones
El presidente de mi empresa es un ejemplo de austeridad. Se trata de una austeridad elegante y bien estudiada.
Conduce un viejo Volkswagen Golf. Lleva un reloj de Decathlon que cuesta 10 euros. Lo conozco desde hace muchos años y sé que su austeridad es honesta. No se trata de una fachada. Pero sé que también es un símbolo, un mensaje para los demás.
Si quieres que tu equipo controle los gastos, compórtate de la forma más austera. Si quieres que tus hijos sean buenos lectores, asegúrate de que te vean con un libro en las manos. Y un libro de papel es más simbólico que un Kindle. No me interpretes mal: Tengo un Kindle y me gusta mucho. 🙂
Todos podemos influir en el comportamiento de las personas que están a nuestro alrededor.
En tu empresa, en tu familia, en tu equipo de rugby: Marca la diferencia gracias a tu actitud. Muestra cómo deben afrontarse las dificultades. Sé ejemplar en tus modales.
Necesitas tener pasión para poder persuadir a los otros a seguirte. Esa misma pasión ayudará a encarar los momentos difíciles que surgirán en tu camino hacia tus objetivos.
Esa pasión no sólo inspirará a tus seguidores. También hará dudar a tus rivales.
Recuerda
Un líder debe tener influencia. Y una herramienta básica para influir es dar ejemplo. No pidas a otros lo que no harías tú mismo. Sé un modelo.
Lidera desde el frente como Alejandro, y no escondido en la retaguardia como Darío III.

Liderazgo estratégico
Un líder estratégico crea una mejora sostenible a largo plazo.
Podrías preguntarte: ¿Pero eso no es sólo liderazgo a secas? ¿Cuál es la diferencia? ¿Un buen líder es también un buen líder estratégico?
No son preguntas fáciles de responder.
Richard Hughes y Katherine Colarelli señalan diferencias importantes: ¿Cuándo no estamos hablando de liderazgo estratégico?
- Cuando no hay enfoque. No hay estrategia o está mal definida. Tratas de ser todo para todas las personas. Evitas afrontar decisiones difíciles.
- Cuando no hay alineación. Lo que hacen las personas (o los departamentos) no está alineado con la estrategia de la organización. Las personas no comprenden lo que significa la estrategia para ellas en el día a día.
- Cuando el alcance es limitado. Te centras en el éxito a corto plazo. Dedicas tu tiempo a combatir los incendios diarios y salir adelante.
¿Cuándo sí se trata de liderazgo estratégico?
- Cuando las decisiones y las acciones del líder tienen implicaciones estratégicas.
- Si el alcance de estas decisiones es amplio: Se extiende más allá de la organización.
- Cuando su impacto se siente durante largos períodos de tiempo.
Como líder, es tu responsabilidad desarrollar una estrategia clara. No trates de hacer todo. Enfócate. Es importante decidir qué hacer. Pero es igual de importante determinar qué no debes hacer.
Referencias y recomendaciones
Te recomiendo esta biografía: Alejandro Magno, conquistador del mundo, del escritor Robin Lane Fox. Es extensa y exhaustiva, pero eso no debe asustarte. Es un libro extraordinario.
Hay muchas novelas sobre Alejandro. Entre las que se han publicado en los últimos años, te recomiendo El dios de la guerra, de Christian Cameron.
La principal inspiración para escribir este artículo ha sido el libro La sabiduría de Alejandro Magno (The wisdom of Alexander the Great), de Lance B. Kurke.
Iron Maiden es uno de mis grupos favoritos. Tenía nueve años la primera vez que escuché su disco Somewhere in time. El disco termina con el tema Alexander the Great. No tenía idea de inglés, así que la renombré como Alejandro la Grieta. Es un tema magnífico. Alejandro, la Grieta. 🙂

Unas palabras para terminar
Ninguna virtud puede desarrollarse sólo leyendo un libro. Lo importante es actuar. Como Alejandro Magno.
Espero que te haya gustado este pequeño texto. Gracias por haberlo leído.
Te animo a que me escribas si te interesa lo relacionado con el liderazgo. O si te gusta la historia. 🙂 Puedes contactar conmigo aquí o en LinkedIn.

Muy buen artículo, Rafael. Me ha gustado cómo combinas la historia y la gestión empresarial. Además, lo desarrollas muy bien y das consejos prácticos.
Estaré atenta a tus próximos artículos. Un abrazo.
Gracias por tu comentario, Sandra.
Tengo previsto escribir más artículos que mezclen historia y gestión. Sobre todo, me interesan personajes históricos que son buenos ejemplos de liderazgo.
Hay aspectos que son igual de válidos estos días y hace 2000 años.
Un abrazo.